La madre de la familia del barrio Guadalquivir a la que cortaron el agua, Maite García, aseguró que tras la donación anónima que ha permitido que se restablezca el suministro se sienten muy aliviados y "hemos visto una luz".
Después de declarar que se sentían "desesperados" por vivir en una casa donde no había agua y no entraba ningún sueldo, García aseguró que la vuelta del agua "nos ha dado media vida y solo nos falta la otra media, el trabajo". A pesar de ello, la mujer afirmó que es mucho más fácil buscar empleo con el agua en la casa que sin ella.
La familia se mostró muy feliz, "sobre todo por los niños", y mostró su agradecimiento al donante que de forma anónima ha pagado la deuda que arrastraban desde hace 10 meses. A pesar de no saber quién es, aseguraron que "toda la familia está dispuesta a ayudarlo, en medida de lo que puedan, en lo que le haga falta".
Una donación anónima lleva de nuevo el agua a una familia
La donación de una persona anónima ha permitido que una familia del barrio Guadalquivir, a la que habían quitado el contador del agua por no pagar sus recibos, vuelva a disfrutar del servicio. El donante, tras conocer la situación de la familia Bermúdez García a través de este periódico, llamó a la Empresa Municipal de Aguas de Córdoba (Emacsa) para hacerse cargo de la deuda que arrastraban.
El donante fue acompañado hasta una sucursal de Cajasur, donde debía ser abonado el dinero, por miembros de Emacsa que portaban todos los recibos que tenían que ser pagados. La suma total de la deuda ascendía hasta los 600 euros y correspondía a 10 meses de servicio. Tras pagar los recibos pendientes, los técnicos de Emacsa volvieron a colocar en la mañana de ayer el contador del agua en la casa y restablecieron el suministro. Los trabajadores aprovecharon la ocasión para comprobar si en la instalación de la casa existía una fuga de agua que pudiera ser la causante de que, según informó Emacsa, las facturas de los Bermúdez fueran más de tres veces superiores a las que normalmente tiene cualquier residencia particular.
Tras comprobar que no era un fallo en el suministro lo que inflaba las facturas de la familia, el presidente de Emacsa, José María Gómez, ha citado esta mañana a la familia para hablar con ellos sobre todo lo ocurrido e intentar enseñarlos a hacer un consumo responsable del agua.
En la casa de la familia Bermúdez García viven nueve personas de las cuales cinco son niños. Ninguno de los mayores tiene trabajo desde hace tiempo y sus recursos económicos se reducen a la paga por ser desempleado y mayor de 45 años que ha empezado a recibir Ricardo Bermúdez este mes.
PÚBLICADO EN EL DIA DE CÓDOBA EL 27/07/10
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