El programa de rehabilitación de las casas de El Cerro afectadas por la aparición de grietas puede haber sufrido una nueva vuelta de tuerca, la enésima desde que la ex alcaldesa, Rosa Aguilar, garantizó el "coste cero" a los vecinos en el marco del Pleno celebrado el 15 de septiembre de 2005. La presidenta de la empresa municipal de Viviendas de Córdoba (Vimcorsa), Victoria Fernández, asumió ayer que las casas pueden volver a resquebrajarse como consecuencia del acusado contraste entre la abundante lluvia del invierno pasado y el calor que se está registrando este verano. Así reaccionó la concejala socialista tras analizar los efectos de los primeros movimientos de tierra denunciados por los vecinos de esta zona de la ciudad, una situación de la que se ha hecho eco El Día y que ha causado cierto recelo entre los afectados, que temen volver al punto de partida.
Pese a que Vimcorsa es la entidad que gestiona las ayudas desde que Fernández asumió el mando de la empresa pública, la edil recordó que la Gerencia de Urbanismo es el organismo que se encarga de la inspección técnica y el estado de ruina de las viviendas, si bien se ofreció "a colaborar con los vecinos que acudan" en busca de ayuda. La teniente de alcalde de Vivienda aclaró asimismo que todas las actuaciones que se han realizado en estos cinco años "sólo han servido para resolver el problema del presente, pero teníamos claro que la solución vendría de la mano de un proyecto de ciudad". Apuntó en cualquier caso que "nadie debe pensar que hemos tirado el dinero, o si no que se lo pregunten a todas esas familias a las que hemos escuchado".
El futuro de las casas, según la concejala, "dependerá" del resultado que arroje el estudio técnico que Vimcorsa encargó hace alrededor de un año y que dará a conocer la solución definitiva tanto para las algo más de 700 viviendas de El Cerro que sufren grietas como para el resto de inmuebles que, al igual que aquéllas, fueron construidos hace medio siglo con materiales de baja calidad, mala o nula cimentación y sobre unos terrenos de arcillas expansivas. Este material, unido a los fallos estructurales de las casas, es el responsable de los movimientos de tierra, ya que este tipo de arcilla tiende a expandirse con la lluvia y a contraerse cuando el calor provoca la evaporación del agua.
Sea como fuere, lo que queda claro a tenor de las palabras de la presidenta de Vimcorsa es que las reformas realizadas no resuelve el problema de una manera definitiva. Fernández no quiso referirse sobre el contenido del estudio, pero sí se comprometió a culminarlo antes de que concluya la actual corporación municipal, es decir antes del próximo verano. Las fuentes técnicas consultadas por este medio de comunicación sí apuntaron que las "únicas" salidas posibles son la demolición y construcción de nuevas casas -una opción a la que ya se refirió el alcalde, Andrés Ocaña, cuando se encontraba al frente de la Gerencia de Urbanismo- o la inyección de hormigón o morteros expansivos bajo los inmuebles en una cantidad suficiente como para evitar los movimientos de tierra tan acusados que se registran en años como éste.
Pese a que Vimcorsa es la entidad que gestiona las ayudas desde que Fernández asumió el mando de la empresa pública, la edil recordó que la Gerencia de Urbanismo es el organismo que se encarga de la inspección técnica y el estado de ruina de las viviendas, si bien se ofreció "a colaborar con los vecinos que acudan" en busca de ayuda. La teniente de alcalde de Vivienda aclaró asimismo que todas las actuaciones que se han realizado en estos cinco años "sólo han servido para resolver el problema del presente, pero teníamos claro que la solución vendría de la mano de un proyecto de ciudad". Apuntó en cualquier caso que "nadie debe pensar que hemos tirado el dinero, o si no que se lo pregunten a todas esas familias a las que hemos escuchado".
El futuro de las casas, según la concejala, "dependerá" del resultado que arroje el estudio técnico que Vimcorsa encargó hace alrededor de un año y que dará a conocer la solución definitiva tanto para las algo más de 700 viviendas de El Cerro que sufren grietas como para el resto de inmuebles que, al igual que aquéllas, fueron construidos hace medio siglo con materiales de baja calidad, mala o nula cimentación y sobre unos terrenos de arcillas expansivas. Este material, unido a los fallos estructurales de las casas, es el responsable de los movimientos de tierra, ya que este tipo de arcilla tiende a expandirse con la lluvia y a contraerse cuando el calor provoca la evaporación del agua.
Sea como fuere, lo que queda claro a tenor de las palabras de la presidenta de Vimcorsa es que las reformas realizadas no resuelve el problema de una manera definitiva. Fernández no quiso referirse sobre el contenido del estudio, pero sí se comprometió a culminarlo antes de que concluya la actual corporación municipal, es decir antes del próximo verano. Las fuentes técnicas consultadas por este medio de comunicación sí apuntaron que las "únicas" salidas posibles son la demolición y construcción de nuevas casas -una opción a la que ya se refirió el alcalde, Andrés Ocaña, cuando se encontraba al frente de la Gerencia de Urbanismo- o la inyección de hormigón o morteros expansivos bajo los inmuebles en una cantidad suficiente como para evitar los movimientos de tierra tan acusados que se registran en años como éste.
PÚBLICADO EN EL DÍA DE CÓRDOBA EL 20/07/10
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