26/10/12

LA FAMILIA DESAHUCIADA EN EL CAMPO DE LA VERDAD VUELVE A CASA

Lourdes Castro y su pareja fueron desalojados el viernes pasado por impago 


Lourdes Castro y su pareja han vuelto a entrar en su vivienda, situada en la calle Evaristo Espino, en el Campo de la Verdad, de la que fueron desalojados el pasado viernes.

Según la ex propietaria del inmueble, una vecina la alertó de que alguien estaba intentando entrar en la casa, donde dejó la mayoría de sus pertenencias. "Me llamó y me dijo que habían oído ruidos de alguien trasteando la puerta, pero que salió huyendo cuando les dio una voz para saber quién era", comentó. Rápidamente, Lourdes acudió para comprobar si le habían robado algo y comprobó que todo estaba en orden. Desde ese momento, Lourdes y su pareja, ambos en el paro, han decidido quedarse a vivir de nuevo en la casa, que debido al impago de un préstamo ha pasado a ser propiedad de una empresa inmobiliaria subsidiaria del banco con el que ella contrajo la deuda.

La plataforma Stop Desahucios organizó el martes una concentración de apoyo a esta familia desahuciada, que el lunes presentó una denuncia en los juzgados para denunciar el trato recibido durante el desalojo.

Según el relato de Lourdes Castro, que se encontraba sola en el momento del desahucio, fue tratada de forma vejatoria y se le impidió llamar por teléfono para pedir ayuda. Asimismo, tuvo que abandonar su vivienda sin aviso previo y en apenas media hora, dejando dentro todos sus muebles, muchas de sus cosas y su gato, que la arañó cuando intentó cogerlo, tras lo cual la Policía la obligó a irse.
PUBLICADO EN EL DIARIO DE CÓRDOBA EL 25/10/12

'Okupas' en su propia (ex) casa

Han estado fuera de su casa menos de una semana. El pasado viernes, el juez ordenó el desalojo, sin previo aviso, de Lourdes y los suyos. Se llevó a cabo cuando volvía de dejar a los niños en el colegio, en media hora, el tiempo justo para que ella, sola y embarazada de tres meses, saliera de su vivienda en el Campo de la Verdad dejando atrás toda una vida, todos sus muebles, su ropa y hasta el gato, que no pudo llevarse porque no le dieron opción. Tampoco le permitieron llamar por teléfono para pedir ayuda, según relata indignada por la forma en la que sucedieron los hechos. "No es justo que te traten de esa manera, como a un criminal", insiste cada vez que recuerda el trato que recibió aquel día y que ha motivado una denuncia en la que acusa a los funcionarios de coacción y vejaciones.
PUBLICADO EN EL DIARIO DE CÓRDOBA EL 25/10/12


No hay comentarios:

Publicar un comentario