Los arquitectos debaten los pros y los contras del cambio de ubicación del proyecto
En una ciudad tan dada a debatir lo que fuere menester, el Colegio de Arquitectos celebró ayer uno de los pocos coloquios ciudadanos abiertos que han tenido lugar sobre la polémica decisión de llevarse el centro de convenciones al Parque Joyero. Participaron el autor de la idea defendida por el alcalde, Rafael de La-Hoz, y el exgerente de Urbanismo Pedro García del Barrio ante un auditorio de unas docenas de personas, ninguna de las cuales ostenga cargo representativo, aunque sí estén o hayan estado en relevantes cargos políticos o técnicos de la ciudad.
De La-Hoz defendió la propuesta de un centro de convenciones reciclando el edificio construido bajo los auspicios de Miguel Castillejo por ser la idea donde se puede gastar menos dinero para disponer de un equipamiento viable. "Que se haga, yo lo quiero ver aunque no sea quien lo diseñe", afirmó. El autor del anteproyecto defendió la propuesta de "limpiar, fijar y dar esplendor" al edificio propiedad de Cajasur reciclando todo lo posible, construyendo una nueva fachada y solventando los problemas estructurales.
El arquitecto cordobés aseguró que la propuesta de Koolhaas en Miraflores tenía graves problemas. Citó a Willian Curtis, crítico gurú de la arquitectura, quien se felicitó públicamente de que los españoles se hubieran quedado sin dinero para no poder hacer el proyecto del Centro de Congresos, ejemplo de "al carajo el contexto", idea defendida por Koolhaas. Y desveló detalles jugosos de las reuniones del jurado donde se eligió al holandés. "Vicente Verdú -un periodista que participó en las sesiones- le preguntó a Koolhaas que cuál era el derecho que le asistía para construir una terminal de aeropuerto frente a la Mezquita", dijo. "Rem no contestó". Lo más complicado, sostuvo De-La Hoz, es colocar una pieza de arquitectura contemporánea en un contexto de ciudad histórica consolidada. "Los fracasos ciudadanos son legión y les reto a que me digan un éxito". "No soy tan bueno como para leerle la cartilla a la Mezquita", afirman que dijo el arquitecto Antonio Cruz, que participó en el primer concurso ideas, cuando se le criticó que su proyecto no fuese más arrojado. De La-Hoz aseguró que los palacios de congresos, como los museos, no son un negocio en sí mismos y que hay que elegir la opción menos deficitaria. Su propuesta es la de "un recinto ferial (dedicado a materias) más que un centro de congresos (centrado en las ideas)" y rebelarse del mensaje que llega de Europa y que afirma que Córdoba tiene que conformarse con ser una pequeña ciudad de provincias que se limite a mantener la Mezquita en buen estado. "Vayan a Sevilla", afirmó De-La Hoz, que es la idea fuerza que llega a España desde la Unión Europea porque hay un centro de congresos a apenas unos cien kilómetros de distancia.
García del Barrio estuvo en la génesis del proyecto de Koolhaas y participó "de ese ejercicio tan cordobés que es debatir de lo que no se ha hecho". En realidad, no defendió el proyecto de Rem Koolhaas sino la ubicación, salida de un concurso y el debate político y ciudadano que supuso el Plan General de Ordenación Urbana. A su juicio, fue el primero de los proyectos que se dieron a conocer el que merecía la pena y afirmó que fue el vértigo de poder hacer aquella primera idea lo que dio al traste con la propuesta. García del Barrio, ahora en la actividad privada, aseguró que preferiría no realizar ahora una obra como la que ha propuesto el alcalde. "No tenemos todas las respuestas porque ni siquiera están todas las preguntas hechas", dijo.
Hubo críticas en las intervenciones -por ejemplo, la del exal calde Herminio Trigo- a la ruptura establecida por el PP de un consenso en el que se había participado de forma muy amplia. "Es la ruptura de un modelo", afirmó el arquitecto José Rodríguez Rueda en un debate donde se tiraba con bala. La sesión sirvió para establecer otras alternativas como la reforma del actual palacio de congresos, que plantea problemas de acceso, dijo De La-Hoz. O incluso el reciclaje de otros edificios, como Agrónomos. El Colegio de Arquitectos ha abierto un debate profesional al respecto aunque llegó a plantear usar el C4, el inconcluso centro cultural.
De La-Hoz defendió la propuesta de un centro de convenciones reciclando el edificio construido bajo los auspicios de Miguel Castillejo por ser la idea donde se puede gastar menos dinero para disponer de un equipamiento viable. "Que se haga, yo lo quiero ver aunque no sea quien lo diseñe", afirmó. El autor del anteproyecto defendió la propuesta de "limpiar, fijar y dar esplendor" al edificio propiedad de Cajasur reciclando todo lo posible, construyendo una nueva fachada y solventando los problemas estructurales.
El arquitecto cordobés aseguró que la propuesta de Koolhaas en Miraflores tenía graves problemas. Citó a Willian Curtis, crítico gurú de la arquitectura, quien se felicitó públicamente de que los españoles se hubieran quedado sin dinero para no poder hacer el proyecto del Centro de Congresos, ejemplo de "al carajo el contexto", idea defendida por Koolhaas. Y desveló detalles jugosos de las reuniones del jurado donde se eligió al holandés. "Vicente Verdú -un periodista que participó en las sesiones- le preguntó a Koolhaas que cuál era el derecho que le asistía para construir una terminal de aeropuerto frente a la Mezquita", dijo. "Rem no contestó". Lo más complicado, sostuvo De-La Hoz, es colocar una pieza de arquitectura contemporánea en un contexto de ciudad histórica consolidada. "Los fracasos ciudadanos son legión y les reto a que me digan un éxito". "No soy tan bueno como para leerle la cartilla a la Mezquita", afirman que dijo el arquitecto Antonio Cruz, que participó en el primer concurso ideas, cuando se le criticó que su proyecto no fuese más arrojado. De La-Hoz aseguró que los palacios de congresos, como los museos, no son un negocio en sí mismos y que hay que elegir la opción menos deficitaria. Su propuesta es la de "un recinto ferial (dedicado a materias) más que un centro de congresos (centrado en las ideas)" y rebelarse del mensaje que llega de Europa y que afirma que Córdoba tiene que conformarse con ser una pequeña ciudad de provincias que se limite a mantener la Mezquita en buen estado. "Vayan a Sevilla", afirmó De-La Hoz, que es la idea fuerza que llega a España desde la Unión Europea porque hay un centro de congresos a apenas unos cien kilómetros de distancia.
García del Barrio estuvo en la génesis del proyecto de Koolhaas y participó "de ese ejercicio tan cordobés que es debatir de lo que no se ha hecho". En realidad, no defendió el proyecto de Rem Koolhaas sino la ubicación, salida de un concurso y el debate político y ciudadano que supuso el Plan General de Ordenación Urbana. A su juicio, fue el primero de los proyectos que se dieron a conocer el que merecía la pena y afirmó que fue el vértigo de poder hacer aquella primera idea lo que dio al traste con la propuesta. García del Barrio, ahora en la actividad privada, aseguró que preferiría no realizar ahora una obra como la que ha propuesto el alcalde. "No tenemos todas las respuestas porque ni siquiera están todas las preguntas hechas", dijo.
Hubo críticas en las intervenciones -por ejemplo, la del exal calde Herminio Trigo- a la ruptura establecida por el PP de un consenso en el que se había participado de forma muy amplia. "Es la ruptura de un modelo", afirmó el arquitecto José Rodríguez Rueda en un debate donde se tiraba con bala. La sesión sirvió para establecer otras alternativas como la reforma del actual palacio de congresos, que plantea problemas de acceso, dijo De La-Hoz. O incluso el reciclaje de otros edificios, como Agrónomos. El Colegio de Arquitectos ha abierto un debate profesional al respecto aunque llegó a plantear usar el C4, el inconcluso centro cultural.
PUBLICADO EN EL DIARIO DE CÓRDOBA EL 21/06/12
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