27/2/12

LOS VECINOS EXIGEN QUE LA RIBERA SEA SEMIPEATONAL CUANDO ACABE LA OBRA

La Unesco dice que hay que "descartar volver a la situación anterior" y evitar el tráfico indiscriminado. El Ayuntamiento ya tiene claro que permitirá la circulación del transporte público por la zona

Las obras de la Ribera están en su recta final y los colectivos vecinales del entorno empiezan a plantear sus propuestas sobre su uso. La Federación de Asociaciones de Vecinos Al--Zahara está sondeando opiniones y ya tiene una postura, reclama que la Ribera sea semipeatonal y que el Ayuntamiento permita el paso del transporte público y de residentes. Lo que tiene claro su junta directiva es que "la zona monumental no puede soportar el tráfico de antes", ya que "en el casco histórico prima el peatón". Por ello, piensa que "la solución definitiva debe tener en cuenta la movilidad de los residentes y el comercio de los barrios aledaños, para que la vida residencial siga siendo posible". Al mismo tiempo, el colectivo defiende "la promoción del transporte público para moverse en toda la ciudad y la vigilancia de zonas restringidas mediante cámaras lectoras y no costosas pilonas que obstaculizan la fluidez y las urgencias". Conscientes de que la restricción del tráfico en la Ribera sobrecargará la avenida de Cádiz, la federación señala que "se deben buscar soluciones para que la avenida de Cádiz no sufra un exceso de tráfico".

El responsable de la Cátedra española de Seguridad Vial de la Unesco, Manuel Balado, también aboga por el paso del transporte público por la zona, "porque no hay otra alternativa". En cuanto al paso de residentes, considera que debe "depender de la intensidad de tráfico que implique", aunque es consciente de que los que tengan cocheras tendrán que acceder a ellas. En cualquier caso, Balados piensa que hay "que descartar volver a la situación anterior", en la que por la parte que ahora está en obras circulaban todo tipo de vehículos sin limitaciones. A su juicio, "hay que preservar el patrimonio histórico--artístico" y "restricción de tráfico debe haber". Es más, cree que "la visibilidad del patrimonio va a mejorar y reportar beneficios económicos a la ciudad". "Volver a la situación anterior --concluye-- sería un retroceso que no justifica la importante inversión realizada".
El Ayuntamiento va teniendo claro qué pasará en la Ribera cuando quede libre de obras entre Santa Teresa de Jornet y Caño Quebrado. El gerente de Aucorsa señaló hace un par de semanas que los autobuses deben pasar por allí y, de hecho, transitarán durante la Feria. La delegada de Seguridad, Movilidad y Transporte, Ana Tamayo, afirma que el "transporte público sí pasará", refiriéndose a autobuses y taxis, ya que es "un eje fundamental y el pavimento está preparado para ello", mientras que aún se está valorando el paso de los residentes. Lo que está claro es que "tráfico libre no va a entrar de ninguna manera, ya que la tendencia es restringir lo máximo posible el tráfico en la zona".
Obras Públicas ya ha dicho que la Ribera --esa avenida por la que el ex alcalde, Andrés Ocaña, tenía previsto que pasara el tranvía--, debe ser para "un disfrute mayoritariamente peatonal", aunque puede acoger "un tráfico restringido".


Puente Romano pide que se deje pasar a todos
No todos piensan lo mismo. La asociación Puente Romano quiere que vuelva a estar todo "como antes", es decir, que "circulen todo tipo de vehículos" y no solo transporte público y residentes, ya que "si solo pasan residentes, estamos en las mismas". Su presidenta, Carmen Sevilla, se queja del tráfico que llevan soportando la avenida de Cádiz y la plaza de Santa Teresa en los más de dos años que lleva cortada la Ribera. Por ello, intentará "que no sea peatonal totalmente, no estamos dispuestos a ello, fue un convenio que hicimos" con la anterior Corporación.
En cambio, otras dos asociaciones, Axerquía y Guadalquivir--Campo de la Verdad, apuestan por la semipeatonalización. El presidente de Guadalquivir, Antonio de la Rosa, considera que "por la configuración que vemos, debe haber restricción de tráfico y dejar autobús, reparto y algo más y que no se convierta en la vía que era antes, sería una barbaridad; si no, no tiene sentido la obra". "La ciudad --añade-- debe ser cada día más habitable y más del peatón, no del coche". Aunque reconoce que ha aumentado el tráfico en la avenida de Cádiz, señala que "puede haber alternativas que induzcan más a ir a la autovía".
Por último, la presidenta de Axerquía, Juana Girón, quiere que circulen transporte público y residentes, ya que "nos estamos quedando aislados, sin comunicación mediante transporte público". Demanda, además, microbuses.

Sigue el descontento

Tras la apertura de parte de la calle peatonal entre la Mezquita y la Ribera, la junta directiva de Al--Zahara ha criticado la "actitud de la Consejería" de Obras Públicas, que "machaca la participación ciudadana" y "desprecia nuestro urbanismo histórico". Al--Zahara piensa que está disipando "las arcas públicas, postrándolas al negocio del granito" y que "se nos condena a sufrir un urbanismo propio de países nórdicos, frente a ciudades como Sevilla, que han jalonado las avenidas junto al Guadalquivir de floridos y verdes parterres que sombrean y embellecen sus espacios".
La junta directiva piensa que la calle "se ha abierto premeditadamente pavimentada al modo del mesón de un bar, para que al siguiente día sirva para la inundación de veladores que no dejan resquicio al peatón". Al--Zahara se siente "engañada" al no haber un parterre tras el triunfo de San Rafael, que "han eliminado, eran unos 100 metros de antigua zona verde reemplazada por más granito". Por ello, están convencidos de que se pondrán "las caras e inadecuadas farolas contemporáneas, un auténtico despilfarro para el erario público", cuando existían unas "adecuadas farolas de fundición", que "interrelacionaban a la perfección con el entorno"
PUBLICADO EN EL DIARIO DE CÓRDOBA EL 26/02/12

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