El Belén municipal es, por muchos motivos, el más cordobés que se recuerda. Al igual que cualquier otra maqueta navideña, cuenta con un establo donde se representa el pasaje bíblico del Nacimiento y también dispone de pastores y Reyes Magos -con séquito- para plasmar otras escenas del Nuevo Testamento, como la Anunciación, la Adoración y la Epifanía del Señor, pero hay más ingredientes que lo hacen diferente al resto. Es más cordobés que nunca porque incluye elementos bastante ligados a la ciudad. Se encuentra ubicado por primera vez junto al Triunfo a San Rafael, el Custodia de Córdoba, y en el entorno inmediato de la Mezquita-Catedral, el principal atractivo para el turismo. A todo ello se le une el homenaje a la candidatura a la Capitalidad Cultural de 2016 a través de un pequeño azulejo con su logotipo colgado en la pared de una de sus casas hebreas.
PÚBLICADO EN EL DÍA DE CÓRDOBA EL 04/12/10
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