PRIMERO FUE LA MEZQUITA Y POSTERIORMENTE EL CONJUNTO HISTORICO

Primero fue la Mezquita. Después, el casco histórico. Y aún queda pendiente Medina Azahara. Hace 26 años, en 1984, la Unesco designó al principal monumento de la ciudad, la Mezquita, como Patrimonio de la Humanidad, pero material. Diez años después, el organismo internacional decidió ampliar la declaración al conjunto histórico, un amplio territorio de 91 hectáreas, 9.000 vecinos y los principales tesoros de Córdoba. Abarca San Basilio, que ahora se va a peatonalizar; el entorno del río hasta la avenida de Fray Albino y el parque de Miraflores, que está sufriendo una gran transformación en los últimos años, sobre todo en el eje monumental; y los alrededores de la Mezquita, hasta San Fernando, Juan Valera, Lope de Hoces y las inmediaciones de Doctor Fléming. 

 Dieciséis años después de aquel nombramiento, Córdoba sigue teniendo una asignatura pendiente, la del yacimiento arqueológico de Medina Azahara, que aún no figura en la lista indicativa, que es la que analiza la Unesco para seleccionar a sus patrimonios mundiales, pero, en cambio, permanece en la B, una especie de lista de reserva.

Hace ahora un año, CORDOBA adelantó que, en contra de lo que se creía, Medina Azahara no estaba desde el 2002 en la lista que realmente cuenta, la indicativa, lo que suscitó reacciones de todo tipo y un compromiso de la Consejería de Cultura para impulsar de nuevo la candidatura, y más, a raíz de las declaraciones del director del Centro del Patrimonio Mundial de la Unesco, Francesco Bandarin, que manifestó a este periódico que este monumento merece ser Patrimonio de la Humanidad. Al frente de la Consejería de Cultura estaba Rosa Torres, que dijo que los criterios de la Unesco habían cambiado y se presentaba la oportunidad de solicitar la declaración e impulsar el expediente. En Mallorca, la Junta defendió esta postura, pero todo quedó aplazado hasta otra reunión en noviembre, en la que Medina Azahara no se abordó, por lo que continúa a la espera de esa anunciada oportunidad que la acerque a la Unesco.

El reconocimiento de la Unesco brinda nuevas oportunidades a los bienes que tienen la fortuna de lograrlo. Basta ver la revitalización sufrida por el conjunto histórico, donde se han rehabilitado edificios, peatonalizado el entorno de la Mezquita o recuperado espacios públicos.