El agradable olor a detergente, a limpio, invita a entrar en el número 36 de la calle Motril. Allí, en la tercera planta, uno de sus moradores tiene la clave: "En este barrio se respira ahora bienestar y calidad de vida", señala Ferney Arias. Y es así. Un paseo por el San Martín de Porres de hoy no recuerda en absoluto a cómo era la zona hace una década, cuando arrancó el plan de rehabilitación integral de este espacio. Los edificios de estética modernista que dibujan la fisonomía de este entorno poco tienen que ver con los bloques que, en ocasiones, parecían caerse a pedazos. Tampoco los terrenos exteriores guardan la estampa caótica de enseres apilados y trastos abandonados. Hoy, las calles Torremolinos, Marbella y Motril desprenden otro aroma.
Este lavado de cara, cercano a la transformación, ha sido posible y continúa siéndolo por las aportaciones de Vimcorsa, la Junta y los vecinos. El presidente de la empresa pública, Luis Martín, entregó ayer otros trece cheques por un valor de 44.566 euros que materializan la aportación municipal a una actuación que ha supuesto un cambio radical en los pisos.
Este lavado de cara, cercano a la transformación, ha sido posible y continúa siéndolo por las aportaciones de Vimcorsa, la Junta y los vecinos. El presidente de la empresa pública, Luis Martín, entregó ayer otros trece cheques por un valor de 44.566 euros que materializan la aportación municipal a una actuación que ha supuesto un cambio radical en los pisos.
El inmueble de la citada tercera planta del número 36 de la calle Motril es un buen ejemplo de esta intervención. Con unos 50 metros cuadrados, ahora se presenta como una vivienda coqueta en la que se ha renovado toda la instalación de agua y luz, se han cambiado paredes y suelo y se han tirado tabiques. Todo por 7.000 euros aportados a partes iguales por el Ayuntamiento y los propietarios. En total, Vimcorsa ha emprendido 74 actuaciones en San Martín de Porres desde junio del 2011 hasta noviembre del 2012 por valor de 550.000 euros. De los 13 cheques entregados ayer, siete corresponden a este enclave, dos al Distrito Sur, una a Cañero y tres al casco histórico.
El Ayuntamiento, según Luis Martín, "se ha propuesto que el Sur exista". De hecho, la lectura va más allá. "Cada vez hay más gente joven entre el vecindario", apuntan al unísono Ferney Arias y su compañero de piso, Andrés Martínez, quien compró la vivienda en el 2005 por 8,5 millones de las antiguas pesetas. Ambos relatan que "ahora hay gente mejor y más sensata". Y es que, reflexionan, la dignidad de una persona comienza por la dignidad del propio hogar en el que viven.
La concejala de Servicios Sociales, María Jesús Botella, recordó que en Córdoba hay "mucha infravivienda" y que, casi siempre, son los trabajadores sociales los que detectan los casos más alarmantes".
PUBLICADO EN EL DIARIO DE CÓRDOBA EL 23/11/12
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