29/11/12

EL SUEÑO DE TODA UNA VIDA, O UNA VIDA NUEVA QUE COMIENZA


El sueño dorado de la gran mayoría de los españoles ha sido tradicionalmente poder contar con una vivienda propia; una prioridad vital, sin la cual, para muchos, era difícil concebir la formación de una familia o un proyecto de vida sólido. El derecho a la vivienda digna --cuestión hoy tan en boga-- no solo se reduce a disponer de cuatro paredes y un techo donde cobijarse, sino que implica la aspiración de poder formar un hogar que suponga la mejora continuada del desarrollo personal y familiar. Lo cual pasa, para muchos, por la consecución de una propiedad. Ayer, dicha aspiración se convirtió en realidad para los 26 nuevos propietarios de las viviendas de la Obra Social Huertos Familiares, situadas en la calle Torremolinos, y que durante años, bien ellos o sus familiares, han habitado en régimen de alquiler. Ahora pasan de inquilinos a propietarios, cumpliendo así "el sueño de toda la vida", decía Manuel Márquez, quien a sus 85 años fue de los primeros en habitar una de esta viviendas.
La Obra Social Cordobesa de Huertos Familiares surgió en 1952, impulsada por el entonces gobernador civil, José María Revuelta Prieto. El fin era dar continuidad a los Huertos Familiares existentes en la provincia, e impulsar otros nuevos, destinados a obreros agrícolas sin otros bienes para que pudieran cultivar la tierra y tener un lugar donde vivir a bajo precio. Las viviendas estuvieron listas en 1962 y por aquella fecha el alquiler rondaba las 50 pesetas. Hoy Manuel recuerda emocionado que a él le dieron la casa ese año, "el día de Reyes", y desde entonces no ha parado de invertir en el inmueble. "Le he dedicado grandes esfuerzos. Hace poco me gasté 2 millones (de las antiguas pesetas) en arreglar las ventanas. Y ahora que estoy al final de mis días, por lo menos me iré con algo que por fin es mío de verdad", reconocía.
Para hacerse con la titularidad de las viviendas, cuyas escrituras firmaron ayer en la Subdelegación, han tenido que abonar una cantidad que ronda los 900 euros, en concepto de pago por los costes de segregación en parcelas (asumidos en su momento por la Junta de Andalucía), gastos de notaría, coste de la instalación de ascensores e IVA de las cuotas. Un importe reducido en comparación con "la alegría tan grande que te da saber que por fin tienes algo en propiedad, y más en estos tiempos", aseguraba María Dolores Toledano, que, a sus 38 años y siendo madre de dos pequeñas, considera que para ella comienza "una nueva vida", después de llevar 12 años pagando el alquiler de la que ya es su casa.
PUBLICADO EN EL DIARIO DE CÓRDOBA EL 29/11/12

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