8/4/11

UN GRITO VALIENTE CONTRA EL CINISMO

GERVASIO SANCHEZ(foto del El País)
Llegué al Alcázar con la intención de escribir una crónica divertida sobre la entrega del 5º Premio Internacional de Periodismo Julio Anguita Parrado. Cuando se habla de él, siempre me viene a la cabeza un hombre de sonrisa amplia e ironía mordaz al que era difícil encontrar en días bajos. Sin mucho buscar, encontré en el público terreno abonado para mi crónica. Amigas y amigos del periodista, la mayoría compañeros de profesión, que al reunirse después de un año, recordaban anécdotas del pasado al tiempo que se cortaban trajes entre sí. Lo típico. Poco a poco, las filas reservadas a autoridades y familiares se fueron llenando, a excepción de la del alcalde, Andrés Ocaña, que llegó más tarde de lo debido porque, por lo visto, se vio obligado a intervenir en un incendio (No sé más). Mis ganas de frivolizar se cortaron de cuajo cuando arrancó el acto y empezaron a llover verdades como puños, que me clavaron los pies en la tierra. 
La secretaria general del Sindicato de Periodistas de Andalucía, Lola Fernández, fue la primera en abrir fuego para denunciar la brutalidad de las guerras y exigir justicia para los que ejercen a diario el periodismo en condiciones de precariedad laboral, "en medio de una crisis tecnológica y económica y con el prestigio y credibilidad por los suelos". La madre de Julio, Antonia Parrado, ocupó el atril después. Sincera, destacó la valía del premiado de este año, Gervasio Sánchez, "ejemplo de compromiso con los derechos humanos y hombre capaz de denunciar la hipocresía de las democracias occidentales".
Fue entonces cuando Gervasio tomó la palabra. Tras leer unas líneas dedicadas a Julio que tomó prestadas a un amigo común, Alfonso Armada, habló del día en que dejó su ciudad natal, Córdoba, y recordó con nostalgia y rabia los años en que el Córdoba estaba en Primera y no perdía partidos. Finalmente, su discurso se volvió serio y tajante. Haciendo gala con su voz de la misma maestría que emplea con su cámara, dejó al descubierto lo que oculta la trastienda de las guerras, la voracidad y la depredación de los países ricos. Valiente, lanzó un grito contra el cinismo y, si otras veces denunció la actitud de Aznar, ayer no se cortó un pelo a la hora de criticar al gobierno de ZP, por "conspirar entre bastidores para sepultar el asesinato de José Couso" y "cuadruplicar desde el 2004 el negocio armamentístico de España sin que se les caiga la cara de vergüenza". Entonces lo vi claro. De mayor, quiero ser como él.
PÚBLICADO EN DIARIO DE CÓRDOBA EL 08/04/11

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