19/12/22

Medio pan, un libro… y deporte colectivo

Decía mi querido David Luna en este mismo blog cuando no podíamos con “la calor” este verano pasado, que su barrio, mi barrio, era un barrio oprimido. Un barrio oprimido “de la hostia”, incidía. Se refería al Distrito Sur de Córdoba.

Y de ello, y lo que conlleva, se aprovechan tirios y troyanos. Porque, seamos claros, cuando se oprime a alguien, a una colectividad, se le deja grogui. Y eso le pasa también a nuestro distrito desde hace décadas.

Recordaba David que Lorca decía que era mejor alimentarse con medio pan y un libro que con un pan entero solamente y sobre ello ironizaba de la dejadez, la desidia y el desprecio de las instituciones con el Distrito Sur. Un distrito que quiere ser libre, pero al que no le dejan.

Con el paso de las décadas, nos hemos ido enterando de los beneficios de algo que Lorca seguro que hubiera incluido en su consejo: que el deporte es fundamental, y más para un barrio oprimido. Puede que hubiera dicho que lo mejor para alimentarse era medio pan, un entrenamiento y un libro.

Resulta que el Distrito Sur tenía un polideportivo que era referente del deporte andaluz. El “Poli”. Un Poli inmensamente humilde. Una pista multideporte que servía para balonmano, futbito, baloncesto, voleibol, gimnasia rítmica, y lo que hiciera falta. Para el deporte de base y para el de élite. Con doce filas de gradas. Y un bareto. Por allí pasábamos miles de sureños a la semana.

El distrito, que como hoy, en los años sesenta, setenta, ochenta y noventa era pobre y oprimido, tenía esa vía de escape. En esa cancha cientos de chavales y chavalas entrenaban a diario para aprender a jugar de forma colectiva, para desarrollar su sociabilidad lejos de unas calles donde encontraban “otras cosas” o no encontraban nada. De ahí salieron equipos de todas las disciplinas que mantenían en forma física y mental a mucha chavalería. Y por eso era referente el “Poli” del Sector Sur. Desde 2001, no.

Para nuestro oprimido Distrito Sur, nuestro Ayuntamiento tiene pensado un macro gym de esos en los que te llevas tu toalla, tus casquitos, y te pones a correr en una cinta, a montar en una bici que no se mueve o a levantar peso en máquinas. Donde lo más colectivo son las clases masivas unidireccionales de zumba, de yoga, spinning, donde con suerte te das con alguien los buenos días o las buenas tardes. Y tienen pensado que “¡para qué vamos a tener piscina terapéutica donde tratar los dolores, o donde aprender nuestras criaturas a nadar, o donde hacer deporte la gente mayor! Que con una piscina para nadar vamos que chutamos. ¿O nos creemos los del sur que somos como los del centro, los de poniente o los de levante?

Afortunadamente aún estamos a tiempo. No hay nada definitivo trazado. No hay nada definitivo aprobado. Y seremos las vecinas y vecinos del Sur, aunque no se nos pida opinión, quienes digamos si queremos otro GoFit, otro Forus, otro Aira, con cuotas inalcanzables a pesar de estar subvencionadas, sin piscina terapéutica, sin pistas polideportivas, o queremos nuestro “Poli” mejorado y modernizado. Llevamos décadas esperando y nadie debería venirnos con falsas amenazas de tiempos.

Y que no nos digan que no es posible, porque ahí está la propuesta de la Asociación Vecinal Guadalquivir del Campo de la Verdad, amparada por el gabinete de arquitectos del barrio Grupo 2, que lo demuestra. Es totalmente rentable y viable económicamente hablando. Y, ¡oigan! Que si no lo fuera… alguna cosilla tendría que venir para el sur, ¿no? Que ¡ya esta bien! Que hay 40.000 personas viviendo en el distrito y tenemos solo una sala polideportiva en Guadalquivir. Además, ese proyecto hace el edificio sostenible en su práctica totalidad gracias a la inclusión de paneles solares o del uso de la energía geotérmica. O de un depósito para el agua de lluvia. PARA LEER NOTICIA COMPLETA HACER CLICK AQUÍ. PUBLICADO POR RAFA JUAN EN PARADIGMA  M.A. EL 19/12/2022.

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