Quizás soy muy confiado, pero creo que la apertura de un lugar para rezar a Dios (al dios que sea) es una buena noticia, más aún con la cantidad de establecimientos raros y negocios turbios que hay hoy en día. Pues bien, muchos amigos no lo veían así cuando di la noticia hace meses de que se había abierto una mezquita junto a la plaza de Andalucía. "Nos están invadiendo", me dijeron con tono tétrico y de augurio del fin del mundo. Y me extrañó tanto miedo porque la auténtica invasión de nuestro tiempo la viven tanto países musulmanes como occidentales. Viene de oriente.
Primero, en grandes cifras. Porque por mucho que mandenFrancia y Alemania, quien tiene comprada la deuda española es China. Segundo, en las calles, por ejemplo, en la avenida de Cádiz. En la principal arteria del Distrito Sur una firma china se ha quedado con el Danubio, el restaurante más popular del barrio, mientras que en la plaza de Andalucía está uno de los mejores restaurante wok andaluces y, al final de la avenida, tras pasar por dos grandes tiendas de chinos , encontramos a la entrada de La Torrecilla el mayor wok de la ciudad ¡Y mis amigos clamando a Santiago Matamoros porque habían abierto una mezquita!
Menos mal que en Andalucía siempre hemos conquistado a los conquistadores, en primer lugar, aprendiendo de ellos. Por eso viene a mi memoria un reportaje de TV sobre empresarios chinos. En el mismo, un emprendedor oriental dio un consejo a los empresarios españoles. No dijo "pagar menos a los trabajadores", como hace la CEOE. "Deben trabajar más", aconsejó a los empresarios. ¿O es que solo los currantes se tienen que poner las pilas contra la crisis? El sitio que uno no sabe ocupar, otro lo hará. Y ya está bien de cuentos chinos
PUBLICADOEN EL DIARIO DE CÓRDOBA EL 14/12/11 JUAN M. NIZA
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