La reanudación de los trabajos de restauración medioambiental de los Sotos de la Albolafia --zona de 230.000 metros cuadrados comprendida entre los puentes de San Rafael y el Romano sobre el río Guadalquivir a su paso por Córdoba, catalogada como monumento natural desde el año 2001-- hace una semana y el acumulo de restos de basura, ramas secas y troncos arrastrados por las últimas lluvias que afean el entorno referido han motivado que el tema de debate de esta semana propuesto por este periódico haya sido precisamente ese, el de considerar si debe prevalacer en este espacio su naturaleza salvaje o la urbana. El debate ha despertado el interés de los lectores que han participado de manera masiva en nuestra página web exponiendo sus opiniones respecto a este asunto.
De entrada hay que dejar constancia de que la aparente dejadez de este singular espacio situado en el sanctasanctórum del conjunto arquitectónico-turístico más importante de Córdoba parece que va a ser subsanada por los trabajos de conservación, regeneración y mantenimiento de la vegetación de la zona durante cuatro años, según la Delegación de Agricultura y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, para lo que hay prevista una inversión de 300.000 euros financiados en parte con fondos Feader. Así, se limpiará la zona, se eliminarán las especies invasoras --como las cañas y los eucaliptos-- que, encima, impiden la visión de los monumentos de las orillas así como la de los propios molinos. Esta actuación que se acaba de emprender no debe ser un hecho esporádico sino que tiene que convertirse en una constumbre ya que estamos hablando de una de las zonas más fotografiadas de la ciudad. Porque no debe consentirse --como así lo han puesto de manifiesto un sinfín de lectores-- que la suciedad sea la tarjeta de presentación de un río que se mueve en un cauce de tanta historia como belleza.
Y tampoco puede ser de recibo que la imagen de una ciudad Patrimonio de la Humanidad no se perciba no ya por la vegetación de un monumento natural sino por una arboleda invasora, no autóctona, que ha crecido sin orden por una clara falta de criterio. Por eso saludamos el futuro convenio que, al parecer, van a firmar Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Córdoba mediante el cual se velará por el mantenimiento y el cuidado de las edificaciones de los Sotos como la noria de la Albolafia (escudo de la ciudad) y los molinos (de En medio, de Téllez y Pápalo Tierno) con la intención de que se puedan visitar.
Córdoba, ciertamente tiene un espacio natural que tiene que cuidar. Pero también, unos monumentos que no pueden verse afectados negativamente por el crecimiento sin control de la flora de ese entorno. La limpieza periódica y la gestión de la vegetación de los Sotos de la Albolafia es una tarea a anotar en la agenda imprescindible de Córdoba.
PUBLICADO EN EL DIARIO DE CÓRDOBA EL 03/03/13
No hay comentarios:
Publicar un comentario