Eran todavía los años en los que ETA existía matando y en un encuentro de formación Feminista, una pregunta quedó flotando sin respuesta. Una pregunta que aún hoy nos hacemos: ¿Por qué los poderes institucionales dedicaron tiempo, recursos personales, presupuestos, todo lo que hizo falta, para erradicar el terrorismo de ETA, y al terrorismo machista le dedican apenas solo lamentos, condolencias y minutos de silencio?
¡Cuánto nos ha dado qué pensar esa pregunta simple, de respuesta compleja!. Ahora, la pregunta es: ¿Se tiene voluntad de erradicar el terrorismo machista cueste lo que cueste?.
Haciendo algunas consideraciones según el diccionario:
“Terror”: Espanto. Horror. Pánico. Pavor. Miedo intensísimo.
“Terrorismo”: Dominio por el terror, atentados como instrumento político.
“Violencia”: Utilizar la fuerza en cualquier operación.
“Violentar”: Forzar de cualquier manera a hacer lo que no se quiere hacer.
De hecho, matar mujeres, una a una y en sus casas, se nombra como violencia, (machista, de género). Matar por motivos políticos a personas o grupos, se nombra como terrorismo. Al nombrar los hechos, estamos categorizando los dos tipos de asesinatos que más azotan a los pueblos. Nos hemos defendido del terror con todos los medios hasta erradicarlo, sin embargo, estamos conviviendo permisivamente con la violencia machista. Así hemos puesto precio a la vida de las víctimas mortales y la vida de mujeres, que como siempre, nos sale más barata. PARA LEER NOTICIA COMPLETA HACER CLICK AQUÍ. PUBLICADO EN CORDÓPOLIS EL 25/11/2021.
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